s frecuente observar que a nuestros bebés les salen granitos en la cola y quizás esto sea un motivo de preocupación de los padres. De modo que en esta entrada queremos contarte cuáles son los motivos que pueden producir estas molestas afecciones en la piel de sus colitas.
Empecemos por recordar que la piel de los bebés es más delgada y, por tanto, es propensa a perder agua y a irritarse con facilidad. Cuando comenzamos a ver rojeces en la colita es porque es posible que ya se esté iniciando un proceso de alergias al pañal o de irritación, cuyo resultado más visible son las erupciones en la piel o granitos.
Sobre las alergias al pañal te invitamos a leer: “Cómo saber si mi bebé es alérgico al pañal?”
La causa más común y la menos preocupante de la aparición de los granitos en la cola es por calor, debido a que la piel del bebé transpira y el vapor de agua no alcanza a salir, es decir que este se queda “atrapado” entre la piel y el pañal. Por lo que se genera un sarpullido de color rosado con unos pequeños puntitos o granitos que producen picazón, comezón, y en ocasiones descamación de la piel.
Comprueba que al ventilar la piel y usar una crema adecuada estos pequeños granitos deberán ir desapareciendo, de lo contrario se debe hacer seguimiento para que esto no se confunda con otras afecciones de la piel.
Los granitos pueden aparecen por exceso de humedad en la zona del pañal. Si dejamos mucho tiempo el pañal o si no nos percatamos que ya hay orina o heces, sucede que puede ocurrir una sobre hidratación que elevará el pH y producirá alteraciones en la barrera protectora de la piel de la zona genital y de la colita.
Los granitos también salen cuando la piel del bebé es muy sensible a los productos que usamos para limpiarlo o para lavar sus prendas.
Por ejemplo, las cremas antipañalitis y las toallas húmedas que tienen muchos químicos —sobre todo los que tienen derivados del petróleo—, no favorecen esta piel tan delicada. Igualmente, los detergentes y los suavizantes que se usan para lavar la ropa de nuestros bebés dejan rastros de químicos que se transfieren a la piel, se absorbe a través de los poros y pueden irritarla.
Existe la posibilidad que además de la humedad o la sensibilidad se presente una infección probablemente causada por bacterias y/o levaduras como la cándida, las cuales se desarrollan en estos ambientes de calor y humedad, o en lugares donde hay heridas pequeñas producidas por alguna irritación.
Aquí hay que tener mucha precaución con el tipo de granitos, podemos ver que: suelen estar en los pliegues de la piel como en la entrepierna, la zona está caliente y roja, y los granitos tienen un pequeño borde elevado. En estos casos debes consultar con tu pediatra.
Otro factor que explica la aparición de granitos es el cambio de alimentación por dos razones: la introducción de nuevos alimentos y el tránsito de pasar de comidas líquidas a sólidas. Todo esto produce leves cambios en las deposiciones del bebé porque la composición de estos desechos se transforma, y al tacto con la piel produce irritaciones. Pero no hay que preocuparse, esto sucede solo mientras hay un acomodo en el cambio de alimentación.
Aunque no le cambiemos todavía la alimentación a nuestro bebé, es importante saber que, en periodo de lactancia, todo lo que come la madre pasa al bebé. Si hay alguna comida irritante o algún alimento que le produzca alergias, es muy posible la aparición de rojeces y granitos.
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