oy te vamos a hablar de la Gua Sha, una herramienta que proviene de una técnica milenaria de origen chino, la cual nos ayuda a reconstituir la salud de la piel porque mejora tanto su calidad, elasticidad y textura como la circulación y eliminación de toxinas.
La Gua Sha es una piedra, principalmente, esculpida en cuarzo o jade; hay otras, pero estas piedras son las más usadas y conocidas. La encontramos en forma de corazón un tanto irregular, esto debido a que se ajusta perfectamente a todos los ángulos del rostro, por lo que es perfecta para los masajes de drenaje linfático, solo si la usamos con un aceite facial 100% natural y sin sensación grasosa.
Ahora bien, Gua significa raspar y Sha rojez. De modo que al hacer un masaje de raspado de la piel con una presión (ni muy fuerte ni muy suave), estamos limpiándola y, a la vez, vamos conectando el cuerpo y la mente para equilibrar el yin y el yang, así logramos incrementar el flujo de la energía interior mientras vamos ayudando a restaurar la salud de piel.
Hoy en día, la Gua Sha se usa en los tratamientos de belleza, salud y bienestar. Además, podemos emplearla en la comodidad de nuestra casa como parte de una rutina de cuidado facial.
Como es una herramienta poderosa, la Gua Sha sirve para potenciar al menos dos aspectos importantes. Uno estético y otro en cuanto a la salud interior. Ambos se complementan.
Estéticamente, el masaje con la Gua Sha sirve para frenar y reducir la aparición de líneas de expresión y arrugas, con lo que se logra conseguir una piel más tersa y joven; también ayuda a relajar los músculos del rostro y así nos proporciona un descanso prolongado; otro beneficio es que estimula la producción de colágeno en la piel y mejora sustancialmente la luminosidad del rostro y previene el envejecimiento prematuro.
Uno de sus efectos más notorios es que mejora la apariencia de flacidez facial. Con un adecuado masaje, la Gua Sha esculpe, eleva y ubica los músculos en su lugar, de manera que funciona como un liftin. Con sus propiedades rejuvenecedoras, esta herramienta va mejorando el rostro caído, cansado y envejecido. Por ello, se puede usar a cualquier edad sin importar qué tantas arrugas o años tengamos.
Verás cómo tu rostro recupera su lozanía, brillo y textura. En este sentido, el masaje con la Gua Sha ayuda a mejorar la relación emocional que tenemos con nuestro cuerpo.
En cuanto a nuestra salud interna, al estimular los músculos y ayudarlos a relajar podemos sentir alivio en las tensiones físicas, una de ellas y la más recurrente: el bruxismo que afecta a gran parte de la población mundial. Asimismo, la activación celular de la piel se incrementa gracias a la producción de colágeno y elastina, con lo cual vamos eliminando toxinas. También permite bajar considerablemente la acumulación de agua y grasa de la piel, sobre todo en frente, bolsas de los ojos, pómulos y papada.
Según la medicina tradicional china, la Gua Sha promueve la fluidez energética, es decir que no solo es una herramienta para la belleza física (para vernos lindas), es al mismo tiempo, un modo de relacionarnos con nuestra vida interior. Las emociones contenidas como el miedo y la tristeza, el estrés de la vida cotidiana se traduce en tensiones físicas que impactan nuestro organismo.
El masaje facial permite soltar todas esas emociones que acumulamos en el rostro, nuestra mirada cambia, los músculos van soltando las tensiones y, por ende, vamos transformando nuestra apariencia física.
Para finalizar, te sugerimos que es preciso buscar en el mercado una Gua Sha original. En el caso de las de cuarzo, siempre está fría al tacto, no puede tener burbujas adentro, y una manera sencilla de saberlo, es frotar la Gua Sha contra una botella de vidrio, si la botella se daña o se raya estás frente a un cuarzo original.
En cuanto al jade, este debe ser brillante, uniforme y liso, su reflejo en el agua debe ser similar al de la luz, y si se observan burbujas o líneas parecidas a unas venas en su interior, estás frente a uno falso.
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