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ada vez más estamos acercándonos a un estilo de vida saludable. El mundo moderno y el afán con el que vivimos día a día afecta nuestro cuerpo, y esto ha hecho que nos centremos en el cuidado de sí. Es decir, a que prestemos atención a lo esencial: nuestra salud emocional y física.

Para mantener una buena calidad de vida se hace necesario que nos cuidemos sanamente y esto se logra a través de un conjunto de prácticas de atención y cuidado. La comida, el sueño, la respiración y el ejercicio redundan en beneficios importantes, sobre todo porque todo ello es parte del amor que le brindamos a nuestro ser.

Nuestra piel también merece todo ese cariño. Es el órgano más grande de nuestro cuerpo, de modo que si procuramos buscar productos óptimos y de buena calidad estaremos haciendo lo mejor para nuestro cuerpo.

La cosmética natural hace parte de estas prácticas de cuidado. Por tanto, esta cosmética no es una moda, es un estilo de vida. En este blog te vamos a contar sobre los beneficios de cuidar la piel con productos naturales.

  • Ayudan a hidratar, oxigenar y dar elasticidad a la piel por sus compuestos naturales. Por lo general, su uso constante ayuda a mantener los poros sanos.
  • Tienen componentes que pueden ser similares a nuestra piel: minerales y vitaminas que permiten una adaptación natural a la piel. Por ejemplo, los aceites faciales o los corporales que contienen retinol, vitamina E y C, nos protegen de la oxidación y los radicales libres que están presentes en el ambiente.
  • Pueden ser compatibles con el pH de la piel porque los principios activos de los productos naturales no son agresivos para nuestro cuerpo.
  • Previenen el envejecimiento prematuro de la piel por sus altos nutrientes de vitaminas, minerales y activos antioxidantes.
  • Existe una alta posibilidad de evitar enfermedades de la piel como alergias, sarpullidos, rojeces, picazón, descamación o inflamaciones. Las vitaminas y minerales ayudan restituir la piel y proporcionan nutrientes saludables.
  • El uso de productos naturales estimula la regeneración celular puesto que la piel se nutre a través de los principios activos de sus componentes, se oxigena, mejora la circulación cutánea y la producción de aceites naturales.
  • Mejora la experiencia sensitiva a través de las sensaciones olfativas. Por ejemplo, los aceites que contienen olores a frutas cítricas permiten tener sensaciones de calma, frescura y bienestar. Nos ayudan a relajarnos y mejoran el sueño a través de una aromaterapia natural.
  • Son aptos para pieles sensibles. Aquellas pieles delicadas o con problemas cutáneos como la rosácea, por ejemplo, se benefician enormemente con aceites faciales naturales.
  • A largo plazo, la cosmética natural alimenta la piel, la hidrata y nutre de forma sostenida. También permite que nuestra piel se adapte mejor a sus componentes y se regenere constantemente.
  • Usar productos naturales ayuda a cuidar el medio ambiente pues no afectan la tierra, el agua ni los animales.

Muchos de los alimentos que comemos también nos sirven para alimentar la piel. Podemos hacer mascarillas nutritivas y fáciles de hacer que solo toman unos pocos minutos. Algunos de los ingredientes básicos de esta cosmética natural y casera son: la miel de abejas orgánica, la sábila, las almendras, las frutas, el aguate y la avena que aportan cantidades ingentes de vitaminas y minerales esenciales.

Detrás de un producto 100% natural hay toda una filosofía de vida, un estar bien con el entorno para aportar a la sociedad. Cuando usamos estos productos estamos en consonancia con los productores, con la naturaleza y con el cuidado de nuestro cuerpo.