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no de los temas que rondan en nuestra mente es la vejez y nos preguntamos si estamos haciendo lo adecuado para cuando llegue “ese momento de la vida”.

Envejecer con gracia no es llegar a viejos y resistir la vejez o tener signos de envejecimiento y parecer jóvenes porque la sociedad y la cultura así nos lo indica. La vejez es algo natural porque comenzamos a envejecer mucho antes de que aparezcan los signos de la edad, como los famosos achaques (esos dolores físicos que nos recuerdan nuestra humanidad) o las arrugas.

El término aging gracefully o envejecer con gracia no tiene que ver únicamente con la idea mantener una  apariencia de juventud o está relacionado con la edad avanzada. Remite a pensar en cómo las personas pasamos por las diferentes etapas de la vida, y de cómo nos preparamos mentalmente para transitar por el sendero que hemos trazado para vivir plenamente.

envejecer con gracia

Si bien, envejecer con gracia está conectado con la salud: comer bien, tener un descanso adecuado, hacer ejercicio, beber agua, y en general, tener hábitos saludables de vida. Su comprensión tiene una profundidad mayor.

A medida que avanzamos en la vida nuestro cuerpo se transforma por dentro y por fuera, y por ello debemos tener esos hábitos de bienestar que nos permiten mantener la salud. Asimismo, nuestro desempeño va cambiando y nuestras habilidades también, y para ello debemos estar atentos de lo que podemos hacer, de lo que ya no, y de las cosas nuevas que aprendemos.

Esto quiere decir que en cada etapa de la vida nuestra mente debería estar abierta para aceptar y no negar los cambios que trae la vida. De eso se trata la noción de envejecer con gracia: significa vivir plenamente la vida a medida que pasan los años.

Te preguntarás ¿cómo puedes envejecer con gracia? Además de esos hábitos de salud que ya conocemos, hoy te contaremos qué más cosas puedes hacer, pues todo es una cuestión de actitud frente a la vida en sí misma y frente a nuestro ser interior.

  • Sonríe siempre y tómate la vida con humor. Hasta en los más pequeños detalles la vida nos hace sonreír: en la vida cotidiana, en el transporte, en una reunión, en el trabajo, en todos esos espacios podemos compartir sonrisas. Esto nos prepara para vivir tranquilos y mirar la vida con ojos de alegría.
  • Toma decisiones pensadas y acertadas para que luego no te arrepientas de ellas. Analiza los pro y los contra de las cosas que te parecen importantes y que pueden afectar tu futuro y, si debes desandar el camino, no dudes en hacerlo si sabes que te va a venir bien.
  • Aprende a pedir perdón por las equivocaciones o por las decisiones desacertadas. Expresar a otros tus propias inconsistencias te liberará de cargas emocionales como la culpa. Eso aplica contigo mismo, perdónate cada vez que lo sientas necesario, en particular, cuando se trata de los errores del pasado.
  • Acepta la persona que eres en cada etapa de la vida y siéntete orgulloso de lo que eres como ser humano, abraza tus fortalezas y ama tus debilidades. Esa es una de las claves de la autenticidad.
  • Confía en lo que sabes, en tu intuición y en esa voz interior que a veces resuena intensamente.
  • Busca el camino de la felicidad, esto parece una frase de cajón pero no lo es. Realiza actividades que te hagan feliz, cosas para ti con un toque de egoísmo del bueno. Baila, canta, escribe, lee, medita, dibuja, ve a un restaurante a comer delicioso o disfruta de una película. Conéctate con lo más profundo de tu ser en cada cosa que hagas.

¿Qué es envejecer con gracia?

  • Elige estar bien pero no a pesar de cualquier cosa. Que sea una decisión de vida para disfrutar lo que haces en el día a día.
  • Busca un propósito central cada vez que creas que debes hacerlo, y sigue tu intuición y tu corazón para llevarlo a cabo.
  • Aprecia el amor que recibes y esto te permitirá dar amor a otros. Recibir y aceptar el amor de otros conduce a la empatía, al bienestar y a la tranquilidad.

Y por último, es necesario aceptar todos los cambios de la vida, son inevitables. Aceptar es aprender a vivir la vida, la versión de ti para mantener la plenitud física y mental.

En cada etapa de la vida dejamos de hacer cosas porque ya no queremos o porque el cuerpo no nos lo permite y eso depende de nuestra actitud para aceptar los cambios, desaprender hábitos e incorporar nuevas formas de hacer las cosas.

De eso se trata envejecer con gracia. Es decir, con la gracia de un buen vivir.