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omencemos por decir que la piel necesita muchos cuidados, recordemos que es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Su protección abarca desde el baño diario, la aplicación de jabones y cremas neutros o naturales hasta los alimentos que consumimos y el agua que bebemos.

Contar con unos buenos hábitos de vida nos ayuda a mantener la piel saludable. Aunque es verdad que, con el paso de los años, su textura cambia y se ve afectada por la contaminación ambiental, por el estrés y la falta de tiempo. Esto se evidencia especialmente en el rostro cuando notamos puntos negros, sequedad o grasa, líneas de expresión o arrugas. En ocasiones percibimos que nuestro rostro está opaco y sin brillo con un aspecto envejecido que de ninguna manera refleja nuestra edad.

Por todo esto, el cuidado facial es una parte realmente importante de la atención que le damos a nuestro cuerpo. Desde temprana edad podemos iniciar la rutina diaria de limpieza, tonificación e hidratación que solo toma unos minutos al día y nos beneficia a largo plazo. Asimismo, se puede complementar la rutina si preparas una mascarilla natural una o dos veces por semana.

¿Qué tipos de higiene facial existen?

Ve a nuestro blog  Mascarillas naturales caseras para la limpieza de la cara

También existen otras formas de proteger la piel para restaurarla y rejuvenecerla con tratamientos que proporcionan efectos duraderos. Estamos hablando de los distintos tipos de higiene facial que existen. Este es un tema poco común y por ello queremos contarte de qué se trata.

¿Qué es la higiene facial?

La higiene facial es una limpieza profunda de la piel que ayuda a rejuvenecerla y darle brillo natural. Además, permite limpiar las impurezas que vamos adquiriendo en la vida diaria como las acumulaciones de grasa, acné, suciedad o esos indeseables puntitos negros que opacan nuestro rostro.

Los expertos recomiendan practicar la higiene o limpieza facial cada dos meses. Es mejor acudir a un centro de estética especializado en la piel, a médicos estéticos y dermatólogos para realizar esta tarea tan delicada. Todo ello porque no todas las pieles son iguales, no tienen los mismos síntomas y no responden de la misma manera a los tratamientos. De modo que una limpieza facial debe hacerse por manos expertas y profesionales.

Ahora que ya conoces qué es la limpieza del rostro, te hablaremos de los tres principales tipos de higiene facial.  

La limpieza básica.

Es la más sencilla y suele realizarse en la juventud, especialmente a partir de los 25 años o antes. Inicia con la rutina diaria de cuidado en casa y se complementa con un tratamiento profesional de dermolimpieza que prepara la piel para la limpieza a fondo. Después se realiza la exfoliación y la extracción que elimina las impurezas, y en casi todos los casos se usa una técnica de alta frecuencia para oxigenar y desinflamar los tejidos que han quedado afectados por la extracción de granitos y puntos negros. Esta limpieza facial incluye un masaje facial tonificante y una mascarilla hidratante.

 

Ultrasonido.

Normalmente se hace un procedimiento de tonificación de la piel antes de usar este método de higiene facial. Con equipos especializados, a través del peeling se hace una regeneración profunda de la piel y se eliminan todo tipo de impurezas como la suciedad, las células muertas y los rastros o marcas de acné. Este tratamiento se recomienda para pieles a las cuales no le basta la limpieza básica o para pieles que ya cuentan con un poco de envejecimiento prematuro.

tipos de higiene facial

Microdermoabrasión.

Es una técnica que se usa para limpiar profundamente la piel a través de la exfoliación. Se recomienda para pieles con envejecimiento prematuro, que hayan tenido mucha exposición solar a lo largo de la vida y/o que ya tengan daño solar. Promueve la regeneración de las células de la piel del rostro, ayuda a la producción de colágeno, y mejora la circulación y la elasticidad. Entre los beneficios de este tratamiento se encuentra que ayuda a atenuar arrugas y cicatrices, reduce la sobre pigmentación, rejuvenece y da luminosidad y firmeza al rostro. Se debe tener en cuenta que este procedimiento lo realizan los dermatólogos.

En todos los casos, es indispensable mantener unos hábitos saludables con la piel de tu rostro. La rutina diaria no puede faltar, así como el uso de un aceite facial adecuado que te brinde hidratación y nutrición al mismo tiempo.

El aceite Anti Edad Amacay es ideal para todo tipo de piel, ha sido testeado internacionalmente y aprobado para pieles sensibles.

 ¡Te invitamos a probarlo!

Para finalizar, te dejamos un tip de cuidado facial: recuerda que el maquillaje es un gran aliado de la belleza femenina, usa productos de buena calidad y si quieres evitar el envejecimiento prematuro de la piel siempre debes desmaquillar tu rostro antes de ir a la cama.