Consejos para el cuidado de los pies

Tus pies son probablemente la última parte de tu cuerpo en la que piensas, hasta que comienzan a doler. Sin embargo, son demasiado importantes como para pasarlos por alto: con unos 26 huesos y una compleja estructura de músculos, tendones y ligamentos, tus pies absorben el impacto de tu peso corporal completo con cada paso, manteniéndote equilibrado y erguido en el proceso.

Los problemas que pueden afligir tus pies son numerosos. El olor de los pies, la piel agrietada, los arcos caídos, los callos, las uñas encarnadas, las infecciones por hongos e incluso los huesos dañados pueden causar molestias y reducir la movilidad. Estos consejos te ayudarán a mantener tus pies en buenas condiciones y a prevenir problemas.

Hidratar y limar:

Si tu piel está seca, aplica crema humectante en todo el pie, excepto entre los dedos.
Retire con cuidado la piel dura y los callos con una lima para pies. No exageres o podrás dañar la piel de tus pies

Lavar los pies a menudo:

Mantén tus pies limpios llevándolos todos los días con agua tibia con sal marina, pero no los mojes todo el tiempo, ya que esto podría destruir los aceites naturales de tu piel.

Seca bien tus pies:

Seca bien tus pies después de lavarlos, especialmente entre los dedos, que es donde pueden desarrollarse infecciones por hongos como el pie de atleta.

Cortar las uñas cuidadosamente:

Recorta tus uñas de los pies con regularidad usando el corta uñas adecuado. Corta recto, nunca en ángulo o por los bordes. Esto puede causar uñas encarnadas.

Consejos de calzado para el trabajo:

Dependiendo del tipo de trabajo que realices es posible que debas usar calzado especializado, como zapatos con punteras reforzadas o suelas antideslizantes.
Si usas tacones altos en el trabajo, usa zapatos cómodos en tu camino hacía el trabajo y cámbialos cuando llegues a la oficina.

Limitar el tiempo usando tacones altos:

Solo usa tacones altos y zapatos puntiagudos para ocasiones especiales.
Si usas tacones, trata de variar la altura de tu talón. Usar un talón que sea más alto que un par de pulgadas (unos 5 cm) de forma regular puede dañar tus pies.

Cambia los calcetines diariamente para evitar el mal olor de los pies:

Además de cambiar tus calcetines regularmente, usa calcetines de algodón, lana o bambú. Esto permite que tus pies respiren y ayudan a mantenerlos a la temperatura adecuada.

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