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a salud de los labios es un asunto muy importante, y tenerlos con una buena hidratación y un color bonito no es únicamente un asunto estético. Cuando notamos que ellos han perdido su tonalidad, se opacan, pierden brillo y se resecan debemos prestar atención. Así que hay que revisar qué les puede estar ocurriendo.

Los factores ambientales como estar expuestos a cambios de temperatura, o estar en climas fríos hacen que perdamos agua, y ello causa la resequedad y agrietamiento de los labios. También beber poca agua, mantener estresados o dormir muy poco alteran el metabolismo del cuerpo y esto produce cambios en la textura y la lozanía de los labios.

Asimismo, los factores emocionales afectan el estado de salud de adentro hacia afuera: mantener constantemente preocupados o tener cansancio emocional afecta el flujo energético y ello impacta los labios.

Ahora bien, es preciso saber que, como decíamos al principio, la resequedad no es solo un asunto estético. Los labios resecos que no se curan fácilmente, que se agrietan y no sanan nos están hablando de otros factores de salud que puede ser graves y que no se relacionan directamente con los labios, estos nos muestran lo que puede estar ocurriendo al interior de nuestro cuerpo.

Hablamos de enfermedades silenciosas como la diabetes o los problemas de la tiroides que alteran el metabolismo de todo el organismo, de modo que cuando los índices de la glucosa se alteran, esto produce pérdida de agua y resequedad, y por su parte, la hormona de la tiroides puede producir este mismo síntoma de resequedad. En ambos casos, ocurre la sequedad, el agrietamiento y la descamación.

Otro factor que indica que algo grave está sucediendo es el inadecuado funcionamiento de los intestinos. Por ejemplo, la falta de hidratación (tomar agua) puede hacer que paulatinamente el intestino grueso se inflame debido a que no logra evacuar los desechos. Por lo que hace que estos se reabsorban hacía el interior de nuestro cuerpo y vayan produciendo poco a poco afectaciones en la piel en general y por ende en los labios. La resequedad constante puede ser un síntoma de un colon que no está del todo sano o mejor enfermo.

Otras señales de alerta son las boqueras que son aquellas pequeñas heridas de las comisuras de los labios, y también las grietas que sangran, las llagas y las manchas que pueden indicar que estamos frente a algunas enfermedades.

Las llagas por ejemplo pueden estar asociadas con hongos, uno de los más frecuentes es la elevación de las cantidades de la levadura de la cándida.

La exposición a los rayos ultravioleta es causante de muchas afecciones de la piel, las manchas solares son una consecuencia de esto, así como el cáncer de piel. Aquellas heridas que no se curan del todo y vuelven y salen pueden ser un síntoma de que algo está fallando. Por ello, debes estar muy atento a las llagas y grietas de tus labios.

Otra señal de que algo grave está sucediendo con la resequedad es cuando presentamos inflamación, descamación, rojeces y sentimos irritación. Todo ello también puede estar asociado a una condición llamada Quelitis que es una inflamación de la zona con estos síntomas que hemos descrito. La quelitis muestra que hay otros problemas tales como infecciones, alergias o daño solar.

Te invitamos a leer dos entradas muy interesantes que tenemos en nuestro blog sobre los labios: Causas de la resequedad en los labios y ¿Qué enfermedades resecan los labios?